La voluntad de otro
no entendimos el gesto.
había que comer de la palma
de su mano.
cuidando siempre
primero
de utilizar labios y lengua
evitando así
el arañazo de los dientes.
pero la mansedumbre de los asnos
es terca, como tercos son los asnos;
y de ahí que el animal
aprenda
a base de palos.
el abuelo tenía un burro
con las orejas de trapo,
el extremo de una hebilla,
un cuchillo de corcha,
una sordera tremenda, una cruz de medalla,
una guerra en áfrica
y un sombrero de paja
y también
la mala costumbre
de enseñar
a sus nietos
que la obediencia
era
cumplir los deseos de amo.
le perdimos el respeto
una vez frente al escaparate
de la tienda de dulces
y estuvimos salivando
una infancia entera.
Gsús Bonilla
Tanta beleza!
ResponderEliminar~CC~