Octubre, mes sin dioses
Fotografia de Helmut Newton |
Los japoneses piensan que éste es el mes-sin-dioses.
Lo celebran así. No aliteran octubre
con oro desprendido de los árboles frágiles,
ni con revoluciones que cambiaron la historia.
Octubre como tregua. Como ausencia de todo
lo que excede los límites. Así para nosotros
sea: liberación. Porque ya no se exhiben
los implacables dioses desnudos del verano,
los demasiados dioses, y falta todavía
mucho para que nazca el niño del invierno,
y más allá no alcanza la vista, desde este
mes de distancias, mes de lejanías,
imperfecto, logrado, fortuito. Que así
sea para nosotros. Sin los ocho millones
de dioses que se esconden en la ciudad o el bosque,
las escalas coinciden con nuestras estaturas.
Dejémonos llevar por los presentimientos.
Escribamos las cosas con las letras minúsculas.
Celebremos octubre por su ausencia de dioses.
Disfrutemos su nombre porque sólo es un número
de una serie truncada. Y olvidada. Es octubre.
Tenemos treinta días sólo para nosotros.
J. A. González Iglesias
"Sem a música, a vida seria um erro." (F. Nietzsche)
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